Con un fuerte descenso comenzamos el día, unos cuantos cruces, un ligero despiste y siempre siguiendo las indicaciones de Tré-la-Téte llegamos al refugio del mismo nombre. Desde aquí, (si se tienen ganas) en una media hora se accede al glaciar de Tré-la-Téte. Nosotros optamos por dejarlo para la próxima vez.
Durante la comida nos acompañaron unos hermosos pollos, que dieron buena cuenta de unos tomates que les dimos, no dejaron ni la más mínima señal. Un capuchino para acompañar la comida y volver al tajo. Hoy el día nos está acompañado, luce un sol esplendido, veremos lo que dura.
Iniciamos el descenso, el sendero es empinado y resbaladizo por las piedras mojadas, lo que hace la bajada lenta y pesada. Al final del sendero un ensordecedor ruido nos hace pensar que hay algún salto de agua cerca, la señal anunciando la Cascada de Combe Noire nos lo confirma.
Ya por pista cruzaremos un puente y saldremos al chalet-refuge de Nant Borrant, una terraza y unas más que confortables hamacas, hacen que el camino que nos llevara a la Balme sea más tedioso y pesado de lo normal.
Justo después de terminar de instalarnos y ducharnos la lluvia hace acto de presencia, ya no nos dejara hasta el día siguiente a mediodía.
Datos de interés:
Fecha realización: 12-8-14
Hora de salida: 8:15 h.
Hora de llegada: 15:45 h
Km. recorridos: 16,9
Desnivel + : 1039 m.
Desnivel – : 1054 m.
Imágenes de la Etapa II: