La Raya del Bubo vista desde abajo, se presenta como una fractura de la roca de unos 150 metros de altura. Desde Crevillent se ve perfectamente si sabes dónde está. Se puede subir por su interior escalando, pues encontrarás varias trepadas y algún paso de IV. Naturalmente hay que ir con el equipamiento de escalada (casco, arnés, cuerdas, etc.).
Nosotros, en esta ocasión vamos a bajarla, utilizando el mismo material que hemos comentado antes. Llevamos dos cuerdas de 20 metros, pero, es recomendable una de 40, porque el nudo del empalme de la cuerda puede atascarse al recuperarla (es lo que nos ha pasado a nosotros) en uno de los saltos. En la cabecera de los saltos hay instalado dos parabolt con cadena para asegurar la subida y en este caso para instalar el rapel.
Iniciamos el descenso adentrándonos en la canal de la Raya, andando, medio destrepando y sorteando los garroferos que crecen dentro de ella, llegamos al primer salto de unos 6 metros y, el siguiente lo bajamos destrepando (6 m) porque se nos pasó el anclaje. Aquí, no hay cadena, solo una especie de anilla que está algo tapada por el ramaje y la vio, el ultimo.
El rapel siguiente es el de la cueva (10 m) y el siguiente el del “abre” (10 m) donde hay un cable de pasamanos que solo se utiliza en la subida. El siguiente (12 m) y llegamos al “bolo o pedra”, (una gran roca empotrada en la Raya).
El rapel del “bolo” (15 m) te introduce bajo él, forma una especie de cueva natural y una pequeña y resbaladiza rampa de roca que te deja al lado de la cadena del siguiente rapel, (7 m) y llegamos al último salto, unos 5 metros que alargamos hasta los 10 para asegurar la rampa de salida.
La altura de los saltos es solo orientativa, pues algunos de ellos van precedidos por algunos metros de rampa, tanto al empezar como al acabar.
Actividad llevada a cabo el día 06-02-2021, con un total de 2`30 horas desde el inicio del descenso hasta el final de la Raya, parando a almorzar y a ritmo tranquilo.
Imágenes de la actividad:
