Debido a las frecuentes y tardías nevadas de este año, la Cara Norte del Perdido se encuentra en perfecto estado para su escalada. Esta, consta de un primer corredor amenazado a la entrada del mismo por los seracs que penden del glaciar que hay que atravesar cuando termina el corredor y hay que ir al encuentro del segundo, más corto pero de mayor inclinación, en algún punto llega a alcanzar los 60-65º teniendo una constante de 50º.
Desde la base de la pared hasta su cumbre hay casi 2000 metros de desnivel y, desde el inicio de la Cara Norte hasta su cima hay 800 metros de pared y está catalogada como AD, (algo difícil), es la 3º cumbre del Pirineo con glaciar incluido que junto con los dos corredores la convierten en una clásica muy codiciable.
Sobre las 2 de la madrugada da inicio la aproximación a la Cara Norte del Perdido, sobre las 5 empieza la escalada y sobre las 9 de la mañana están en la cumbre saboreando el esfuerzo realizado, todavía les queda lo más pesado (el descenso), este, lo realizan por la vía normal de subida a la cumbre, descienden la “escupidera” hasta el lago Chelau, remontan unos 100 metros hasta el collado del Cilindro, rapelan (20 metros) y descienden hasta el lago de Tucarroya para retomar el sendero de la mañana.
Tras 12 horas de “faena” llegan al aparcamiento del Valle de Pineta, contentos por haber podido realizar una actividad fuera de lo normal y cansados por el esfuerzo requerido para tal menester. Actividad realizada el día 23 de Junio de 2018.
Imágenes de la actividad: