El Toubkal, se sitúa en la cordillera del alto Atlas marroquí 70 km. al sur de Marrakech siendo la cumbre mas elevada del norte de África. Voy a contaros mi primera ascensión a cuatro mil metros, la salida la iniciamos día 7 de Octubre 2006 y el grupo de la expedición lo formábamos siete miembros del Club Acclivis de Crevillent, junto con Cayetano y Encarna, dos miembros mas que compartieron dos días en plan turístico.
Cayetano Mas y Camilo Candela, viajaron en avión desde Madrid hasta Marrakech y el resto del grupo (Torremocha, Angelita, Luis Quesada, Jesús Sigüenza y yo, Esther Martínez) nos desplazamos en coche particular hasta Algeciras para coger un ferry del grupo Nautas hasta Tánger.
La llegada a Tánger fue algo anecdótica ya que nos hicieron esperar un poquito para la recogida de pasaportes pues era tiempo del ramadán y todo se paraliza independientemente de las prisas que uno lleve.
Posteriormente, nos desplazamos a la estación de tren para coger un tren camilla (Tánger 21:30 / Marrakech 09:15), toda una experiencia poder dormir al ritmo del tren en un habitáculo minúsculo, eso si considerado como Couchette Climatisée de primera clase! una de las cosas que me llamo la atención fue el lavabo minúsculo, como sacado de la segunda guerra mundial y con sistema de desagüe a la misma vía férrea.
Una vez en Marrakech, junto a los dos compañeros que ya nos esperaban, alquilamos dos taxis-mercedes de 5 plazas, para dirigirnos a Imlil, por la carretera de Tizi-n-Test hasta Tahanoute, unos 10 Km., y los últimos 7 Km. a Imlil por unas pistas sin asfaltar y en mal estado pero digno de ver el control del taxista en la conducción.
En la plaza de Imlil (l740m) , comenzó nuestra ruta, allí nos encontramos puestecillos donde nos ofrecían fósiles y accesorios de alfarería.
Comenzamos nuestra ruta por unas pistas aptas para vehiculo y por sendas de nogales hasta Around, aldea bereber, cuyas ultimas casas desembocaban al cauce del río seco hacia un sendero en la ladera izquierda recorriendo así el Valle de Mizane.
Seguimos ladera hasta pasar por un puente de hormigón semi-derruido a Sidi Chamharouch(2310 m) reconocible por una piedra pintada de blanco, conocido como santuario y allí tenían montado unos tenderetes con bebidas variadas para turistas.
Continuamos ascensión sin dejar la ladera derecha hasta llegar al refugio de Welter(3.207m) habiendo hecho un desnivel de l.500m. El refugio pertenece al Club Alpino Frances de Casablanca y la verdad es que me pareció mucho mejor de lo que me había esperado por las referencias de otros compañeros que fueron en semana santa de ese mismo año, tampoco era para echar cohetes pero pudimos dormir y con unos W.C., del ano de mis abuelos, también muy curiosos de ver mas que nada los agujeritos en el suelo! Es un refugio diseñado estilo bereber, revestido de piedra por fuera y múltiples terrazas exteriores. Fue ampliado y remodelado en 1999 y dispone de 86 plazas.
La mañana del día 9 sobre las 07:00, iniciamos la ascensión partiendo del refugio con un desnivel de l.000m hasta la cumbre. La verdad es que la senda estaba de lo mas frecuentada y pensaba que íbamos a estar solos! Nos encontramos con varios grupos de lo mas variados.
Uno de ellos lo formaban unos 6 ingleses ya mayorcitos con un guía que nos alcanzaron al poco de salir del refugio, iban a un ritmo rapidísimo y a dos de ellos a mitad de la cumbre vi retirarse, debieron pagar el ritmo tan fuerte. Otro grupo lo formaron dos mujeres extranjeras también mayorcitas, acompañadas por un guía, iban con lo puesto, zapatillas de deporte, sin guantes, mallas tobilleras y sin mochilas, las volví a ver cuando me faltaban unos l00m para la cumbre y ya descendían, tenían las manos agarrotadas y un castañeo continuo.
Otro grupo que vi a mitad de camino estaba formado por aproximadamente 16 miembros de diferentes edades incluso iban padres con sus hijos adolescentes y con un guía que los iba reagrupando incluso varios con cuerdas para asegurase. Entre ellos iba un chaval de unos l5 anos parecía ir enfadado con su padre pidiéndole de regresar a los 3/4 del recorrido y que vi cuando alcanzaban la cumbre con cara de alegría y abrazando a su padre.
Durante todo el recorrido de ascensión se apreciaba las laderas por donde iba descendiendo la gente. Vi dos caídas en un mismo grupo que iban corriendo y compitiendo entre ellos como si se tratase de un juego!
Durante la ascensión sin darme cuenta se hizo una pequeña separación respecto al grupo de delante así que seguí a mi ritmo sin perderlos de vista ya que si me esperaba con el frío lo pasaba mal y continué estando muy atenta al recorrido y las señalizaciones.
Me acordé en varias ocasiones de lo que dijo Jesús, uno de los compañeros, antes de empezar la ascensión cuando nos desplazábamos a Imlil, que una de las complicaciones mas importantes para alcanzar la cumbre y podía resultar un problema era el aire .La verdad es que se notaba las ráfagas del aire pero instintivamente aprendes a parar cuando sopla con fuerza y a dar unos pasos conforme reduce la intensidad.
Me acuerdo de la ascensión con una gran concentración para no perderme y mas cuando estas acostumbrada a seguir los pasos de alguien que va en cabeza y no prestas tanta atención al camino.
Tras pasar el grupo numeroso que os mencioné antes, me encontré con otro de tres miembros, un guía y dos jóvenes franceses y uno de ellos estaba vomitando y mareado. Me dijeron que estaba bien y que no iba a continuar. Tras pasarlos, el otro joven me pregunto si podía seguirme ya que él solo no se atrevía y le hacia ilusión llegar a la cima. Fíjate que por un momento me quede sorprendida de que preguntara aquello y tras contestarle que yo no era una experta en el tema y que si se atrevía y se encontraba bien que claro que podía. Me dijo que el otro amigo era el montañero y experto que había subido cumbres de 7.000 m pero esa mañana ya se encontraba mal y era su segundo intento. Ese compañero le dijo que me siguiera que llevaba buen paso y me veía segura, casi me parto cuando me dijo aquello! Le dije que iba a ser mi primer 4.000m y me contesto que para él también que había estado en pirineos en tres ocasiones aunque practicaba otros deportes.
Sin darte cuenta vas acercándote a la cumbre pero con sensación de lentitud, de hecho cuando llegamos sobre las 10:00 me parecía imposible pues creí haber estado el doble de tiempo.
Cada vez que miraba hacia atrás y veía por donde había pasado me resultaba increíble el efecto de las paredes laterales que se alzaban imponentes y las imágenes de la cordillera resaltaban aun mas la verticalidad. En algún momento pensé en lo complicado que resultaría el descenso cosa que pude comprobar mas tarde que estaba equivocada y me resulto mejor de lo que pensaba.
Los paisajes eran increíbles, dignos del Alto Atlas, así que tras tres horas de ascensión hicimos cumbre en el Toubkal (4165m). Todos los miembros del club pudimos hacer cumbre y disfrutar del paisaje que no rodeaba. No podíamos estar mucho tiempo en la cima ya que el frío te atacaba y lo mejor es iniciar cuanto antes el descenso y así lo hicimos hasta el refugio , por el camino se veía senda rica en fósiles marinos ya que la cordillera se elevo donde hubo anteriormente agua y vida marina.
Una vez llegamos al refugio, recogimos el resto de las cosas para emprender camino a Imlil, Camilo y Cayetano decidieron quedarse allí hasta el día siguiente.
Una vez en Imlil, volvimos a alquilar dos taxis y por la carretera ya mencionada nos dirigimos a Marrakech para hospedamos en el Hotel Ibis Moussaiir. Esa noche nos acercamos a la Plaza Djem ‘a el Fna («asamblea de los muertos»). El ultimo día de nuestro viaje fue en plan turístico junto con Cayetano y Encarna que nos sirvieron de guías, así visitamos La Medina «El minarete de la Kutubiyya». Visitamos uno de los jardines botánicos y una anécdota que me paso al salir fue que tras hacer una foto a una señalización de forja de la Avd. Mohamed IV, al poco de hacerla, vino una radical toda vestida de negro, subiéndose a la acera y envistiéndome con una moto con un griterío que para que, ¡vaya apuro pasé! Menos mal que éramos un grupo considerable y uno que pasaba por allí salió en nuestra defensa. ¡Vaya si con la mujer! Cuando revelé las diapositivas pude comprobar que no aparecía en aquella foto y me hace pensar si tuvo algo que ver el jersey fucsia que llevaba aquel día.
Estuvimos de visita por el palacio de la Bahía («de la bella») a la salida nos sucedió una anécdota ya que nos reconoció el moro que salio en nuestra defensa en el incidente de la foto que os conté antes. ¡Vaya si no fue casualidad!
Desde la Plaza Djem’a el Fna, todo gira a su alrededor, zocos y puntos de referencia para los excursionistas. Aquello es un espectáculo continuo, considerado desde 2001 «obra de arte y patrimonio de la humanidad», declarada por la UNESCO.
Desde la plaza, nos busco un guía «Abdul el gandul» como se hacia llamar él mismo, que nos hizo un recorrido turístico bastante bonito. Estuvimos paseando por el barrio judío y por los zocos y calles de alrededor. Entramos en una farmacia con productos típicos, tisanas, aceites, cremas y donde dos miembros de nuestro grupo recibieron masaje incluido.
En un balcón de un café que daba a la plaza Djem’a el Fna, nos esperamos a ver la puesta del sol mientras tomábamos una Coca-Cola y veíamos como se paralizaba e iniciaba el ambiente y la rutina según el horario de celebración del ramadán.
Así finalizo nuestra estancia en Marrakech ya que a las 21:30h volvíamos a coger el tren camilla hacia Tánger y desde allí con ferry volver a Algeciras.
Siempre recordaré aquel año que en Moros y Cristianos de Crevillent, nos dimos una escapada a tierras norteafricanas para alcanzar la cumbre del que fue una experiencia personal muy positiva.
Aprovecho la ocasión para agradecer a todos mis compañeros, su apoyo y colaboración en este viaje corto pero muy intenso y gratificante. Y como muy bien me dijo Torremocha en la estación de Tánger: – ¡¡¡Ya tenemos unas cuantas mas para contar!!!
En Semana Santa del mismo año realizaron ésta misma actividad nuestros compañeros: Ángel, Carmelo y Jose Luis Valero.
Vídeo de la actividad:
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