Desde el rocódromo municipal Paco Lledó, nos desplazamos con los coches hasta la zona del Marchant donde muy amablemente como todos los años el señor Germán, nos cede por unas horas su “bancal “para dejar los coches.
Sobre las 8`15 iniciamos el recorrido de hoy (el mismo de todos los años), esta actividad está abierta a todas las personas que quieran participar en ella (niños, jóvenes, adultos, mayores, etc.) por ese motivo y porque casi todo el trayecto se hace de noche, el itinerario transcurre casi todo por camino.
El camino de inicio termina en uno de tierra y tras un corto tramo se transforma en sendero que nos deja en el Barranc del Marchant, lo recorremos por su interior y salimos al camino de Catí (la vuelta se hace por el camino), cuando estamos llegando a la barrera a la altura de la casa del Chibilio, vemos un numeroso grupo de ciclistas que nos precede.
Conforme subimos la calima va adueñándose de las cumbres de la sierra de Crevillent, sobre todo de la parte alta de la Vella, hacemos varias paradas pues la humedad es muy alta y vamos “derritiéndonos” conforme subimos. Al llegar al cruce de la Hoya el grupo se divide en dos, unos subirán por el sendero y el resto por el camino, un poco antes de llegar a la altura de la Casa del tío Mariano pasan los ciclistas rápidamente, ya vienen de cumbre y todavía les queda un buen recorrido por lo que comentaron.
Como pensábamos, por la parte de Crevillent no se ve absolutamente nada, la calima, bruma o como se llame lo cubre todo, mientras cenamos a cubierto del airecillo húmedo que nos rodea, se abren algunos claros que dejan entrever las luces de las poblaciones adyacentes.
Emprendemos el regreso y llegamos a los coches sobre la 1 de la madrugada, hemos recorrido un total de 15`300 kilómetros y un desnivel positivo de 655, con un total de 5´05 horas de las cuales 1´06 han sido de paro.
Imágenes de la actividad:
