Pasar la noche en uno de los lugares mas apartados de Sierra Seca era una de las ideas que hacia tiempo me rondaba la cabeza, y mira tu por donde me lo comenta Jose María y le digo inmediatamente que si, después pienso en el calor pues estamos a mediados de Agosto .
Salimos Viernes por la tarde direccion Santiago de la Espada y Don Domingo, nos internamos en los campos de Hernan Perea y a la altura del refugio de pastores de cueva humosa, nos desviamos por un carril que asciende por un lomo hasta alcanzar los 1.800 metros de altura, donde empezamos a notar cosas extrañas en el coche tenemos que parar y verificamos que tenemos una rueda pinchada, procedemos a cambiarla lo que nos lleva bastante rato dado las dimensiones y peso de la rueda a todo esto se une la falta de experiencia.
En avatares de ese tipo una vez solventado el problema, continuamos por un camino en mal estado bastante preocupados pues solamente nos quedaba una rueda y algo floja de aire.
Una vez en el sitio montamos el campamento y cenamos, al poco salio una luna llena que iluminaba toda sierra seca .
A la mañana siguiente después de desayunar alrededor de las ocho y cuarto iniciamos la marcha, bajando por el barranco de las palomas pasando cerca de las ruinas de la Majada del Consejo hasta encontranos con el carril de Suerte Somera, que nos llevara hasta el refugio de Don Rafael , y posteriormente hasta el refugio de los prados del Conde, donde encontramos a una Familia de Cartagena que estaba pasando la noche, este refugio se encuentra en un paraje de gran belleza, de aspecto exterior no esta mal sin embargo en el interior esta bastante guarro, una pena.
Después de almorzar reanudamos la marcha direccion norte, hasta encontrarnos con el camino de las palomas que nos llevara hasta el coche, al final nos han salido 13,8 kilómetros. En resumidas cuentas una excursión muy agradable, apenas hemos pasado calor y hemos conocido otro de los magníficos rincones que esconde esta sierra. En el refugio de cueva humosa nos esperaba para comer una magnifica paella de arroz y conejo magistralmente preparada por Jose Mª Ruiz de la que dimos perfecta cuenta.